Instrumentos de percusión melódica procedente del continente africano. Su origen se sitúa en Nigeria hace aproximadamente dos mil años y siempre ha estado unido su sonido a la recuperación de la memoria de los ancestros para la tribu.
La Kalimba también es conocida como Sanza, Sánsula o Piano de Pulgar. Gracias a su original sonido y fácil manejo, su uso se ha extendido por todo el mundo.
El instrumento está constituido por una caja de resonancia normalmente de madera, cáscara de coco o calabaza. Sobre esta se construye un puente metálico donde se apoyan unas láminas también de metal. Dependiendo de la longitud de éstas el sonido será más grave o agudo, permitiendo crear fácilmente distintas tonalidades.
Para tocarla, se coloca el instrumento sobre ambas manos, de forma que queden los pulgares en una posición cómoda para pulsar las teclas de metal. Generalmente se repiten ritmos de forma mántrica, haciendo pequeñas variaciones intuitivamente. Es decir, sobre un patrón rítmico se improvisan diversas melodías.
Como todos los instrumentos rítmicos repetitivos, se ha de estar concentrado en el toque, lo que reduce la actividad del pensamiento residual. Se logra así una calma en la mente a partir del propio divertimento.