Nuestros cuencos aún conservan las características primigenias de los originales. Provienen de los lugares más remotos de la cordillera del Himalaya: pequeñas aldeas del norte de Nepal, pueblos nómadas del Tibet, Buthán, y zonas de la región de Bengala.
Su aleación puede ser de 7 ó 9 metales, dependiendo de su antigüedad (superan los 100 años) o procedencia. Su calidad sonora demuestra que han sido elaborados a partir de metales puros y con gran dominio de la técnica del recocido.
Su forma generalmente es de media esfera, con base curva y boca de sonido abierta. Pueden tener el borde más ancho, lo que da más consistencia y cuerpo al sonido, aunque esto puede frenar su resonancia. Su tamaño es siempre grande, esto hace que predominen los tonos graves, su sonido profundo es su característica principal.